Las esencias florales ayudan a aliviar o superar los síntomas físicos y los estados de ánimo actuales o los que persisten en el tiempo. Por tratarse de una verdadera medicina vibracional, actúan de igual forma tanto en el plano físico y mental como en los planos más sutiles.
Su aplicación abarca un amplio abanico de indicaciones, tanto psíquicas (depresiones, ansiedad, insomnio, trastornos de conducta y aprendizaje, estrés, agresividad, apatía, tristeza, miedos de todo tipo, timidez, indecisión fobias, dificultad en las relaciones, etc.), como físicas y funcionales (dolores de todo tipo, vértigos, problemas articulares, digestivos, musculares, hormonales, dermatológicos, sexuales, etc. etc).
Asimismo con los Remedios Florales se trabaja al mismo tiempo la evolución interior y el crecimiento personal, siendo esta la verdadera finalidad de las Terapias Florales.
El ser humano en todo su conjunto puede entenderse como compuesto por un conjunto de capas emocionales, y las Esencias Florales, ayudan a trabajar esas capas de bloqueos emocionales.
Se ha comparado siempre a las «capas de la cebolla», tras eliminar una capa surge otra; en esto consiste la terapia florar, en ayudar a ir eliminando esas «capas de cebolla» donde están instalados los bloqueos emocionales.
Es importante recordar que la verdadera curación no consiste solamente en eliminar el dolor físico, sino también, y lo que es más importante, ayudar a la persona a llegar a comprender el significado que ha producido tal sufrimiento.
Esto viene a demostrar el modo en que las Terapias florales pueden suponer una herramienta de trasformación y autodesarrollo.
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