Las terapias florales, son totalmente seguras, carecen de efectos secundarios y las esencias no son adictivas, debido a su suave acción, por lo tanto están permitidas con seguridad en personas de todas las edades, desde los recién nacidos hasta los ancianos, siendo benéficas hasta para los animales.
Las flores de Bach pueden utilizarse simultáneamente con otros tratamientos médicos y junto a una psicoterapia, para potenciar sus efectos. Además no presentan efectos secundarios ni toxicidad.
En cuanto a los trastornos psicosomáticos como la ansiedad, depresión, obsesiones, insomnio y traumas, debido a que las flores de Bach actúan directamente sobre los estados emocionales negativos, son ideales en este tipo de problemas, porque actúan a nivel inconsciente, empujando al organismo hacia el equilibrio emocional y la auto curación. Es común que algunas personas sueñen más al tomarlas, debido a que su subconsciente está trabajando en la resolución de conflictos. Los resultados serán diferentes dependiendo de cada persona y del tiempo que ha pasado desde que aparecieron sus problemas o síntomas. Si es un trastorno agudo, de unas pocas semanas de duración y si es un trastorno crónico, es decir, algo que se viene arrastrando de hace años. En el primer caso, el tratamiento será más corto, mientras que en el segundo puede durar varios meses.